Presentación

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viernes, 26 de noviembre de 2010

Los olvidados

jueves 22 de abril de 2010
Los olvidados

A un 24 por ciento de los ancianos de las residencias se les ata a diario para evitar que se caigan. Es legal y, a veces, necesario. Pero les hace sufrir. También que les pongan pañal sin necesitarlo o los sienten durante horas en sillas de ruedas. Existen alternativas. Algún centro lo ha conseguido. Los expertos reclaman un nuevo enfoque en el cuidado de los 400.000 mayores –la gran mayoría asistidos– que viven en las 5.500 residencias, públicas y privadas, que hay en España. Son los grandes olvidados.

NIEVES SALINAS
En la residencia San José-Hospital de la Caritat de Sueca (Valencia) un grupo de mujeres ve pasar la vida en un cuarto pequeño y oscuro. Están sentadas en círculo y se miran las unas a las otras. No dicen nada. Pasa la vida mientras las ancianas dormitan. Sus familias, se quejan de que están demasiado tiempo solas y que no están atendidas como deberían. Una denuncia que motivó una inspección de la Consellería de Bienestar Social que, entre otros aspectos, constató que en el centro había un exceso de sujeciones a ancianos. Una práctica legal y necesaria en algunos casos para evitar que los mayores se caigan y se hagan daño -tal y como publica Interviú esta semana- pero de la que España abusa y que ha llevado a un cada vez mayor grupo de expertos a reclamar un nuevo enfoque en el cuidado de los 400.000 mayores que están ingresados en los 5.500 geriátricos –públicos y privados- que hay en España. Los grandes olvidados.

A casi un 24 por ciento se les ata a diario. Sentados o encamados. También con pastillas –sujecciones químicas- que les mantienen calmados. Un 60 por ciento si se habla de enfermos de Alzhéimer, según un reciente informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El médico Antonio Burgueño es el director técnico del programa “Desatar al anciano y al enfermo de Alzhéimer” que busca erradicar este tipo de restricciones por las terribles consecuencias físicas y psíquicas que acarrea para el mayor. Las sujeciones, dice Burgueño, se fundamentan en un falso mito: la falta de personal para cubrir a todos los residentes, una de las quejas habituales de los trabajadores de geriátricos, sobre todo privados, junto a lo bajo de sus salarios y la precariedad laboral. Pero, para el especialista, es cuestión de voluntad. Centros como la residencia Torrezuri (Vizcaya) lo han conseguido y han colgado en sus puertas la placa de “Libre de sujeciones”. “Esto no es un negocio, lo primero es el anciano”, afirma rotunda su directora, la médico Ana Urrutia. Malos olores, frío por falta de calefacción, comida escasa y poco variada, poca atención médica…Son algunas de las quejas habituales de los mayores que viven en las instituciones españolas.

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(20/05/10)

A vueltas con las ataduras de ancianos

NIEVES SALINAS
Las ataduras a los ancianos ingresados en las residencias españolas vuelven a estar en el punto de mira. CEOMA ha elaborado un consentimiento informado para que se haga un uso racional de una práctica de la que España abusa y que desaconseja.

El Programa Desatar al Anciano y al Enfermo de Alzheimer, que promueve la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA) y acaba de ser galardonado con el Premio Internacional Príncipe de Viana, ha elaborado un modelo de consentimiento informado para la aplicación de sujeciones físicas a los ancianos que viven en residencias. Un procedimiento que CEOMA desaconseja pero que quiere que, si se aplica, se haga con todas las garantías para el mayor.

Las ataduras son uno de los más polémicos atropellos a los 400.000 mayores, en su mayoría asistidos, que viven en las 5.500 residencias, públicas y privadas, que existen en España. El reportaje “Los olvidados”, publicado por “Interviú”, ponía de manifiesto que a un 24 por ciento se les ata a diario para evitar que se caigan y se hagan daño. Una práctica legal, pero que acarrea terribles consecuencias físicas y psíquicas para el anciano.

En el mismo reportaje se recogía la denuncia de un grupo de familiares de mayores de la residencia municipal de Sueca (Valencia) sobre las deficiencias del centro. Las quejas han sido recogidas por la diputada autonómica Marina Albiol (EUPV) que ha pedido explicaciones a la consellera de Bienestar Social de la Generalitat valenciana, Angèlica Such, sobre las condiciones de seguridad, salubridad e higiene en las que viven los ancianos.
Fuente: interviu.es

Publicado por AVaFURCeG